Hoy nos hemos despertado, hecho formación, con jefe de día siendo Castor, y la patrulla de servicio la Seisena Amarilla, para después desayunar, y justo a continuación descubrir que la zona de juegos ¡había sido invadida por pokéballs! Halcón y Lobo habían preparado un día de grupo donde los castores y lobatos eran pokémon, y los rangers y pioneros eran los entrenadores, quienes debían cazar los pokémon que estaban sueltos por el campo, para así entrenarlos y poder vencer a los demás oponentes. A través de los gimnasios de fuego, agua, tierra y vuelo; los entrenadores hacían que sus pokémon aprendiesen nuevos ataques para luchar y así añadir nuevos pokémon a su equipo.
El viaje por la villa pokémon duró toda la mañana para justo antes de irnos a la piscina a quitarnos el calor, y para una hora después, irnos a comer. Después, durante el tiempo libre, unos se dedicaban a escribir cartas para enviarlas a sus amigos y otros a jugar.
Más tarde, por la tarde, seguimos cazando y entrenando pokémon para aumentar los equipos y los ataques, antes de enfrentarnos todos juntos, después de merendar, en el Gran Campeonato Pokémon Internacional de Navalagamella 2018. La final se jugó en la velada de grupo que tuvimos por la noche, donde también vimos las actuaciones de todas las ramas, a la vez que repasamos las normas básicas para organizar y disfrutar de una velada.
¡Esto no es todo! Al final del campamento compartiremos aquí en el diario unos reportajes y vídeos grabados durante la gymkhana. ¡Qué ganas de verlos! Mañana, los castores se van de marcha y las demás unidades tedrán día por unidades, así que... ¡todos a disfrutar, estemos donde estemos!
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