¡Hoy hemos llegado por fin al campa! Todos los amigos y compañeros esperábamos ilusionados a que el bus arrancase para llegar ya a Navalagamella y empezar a poner las tiendas. Mientras, los scouters han estado preparando las cosas desde hace dos días para que cuando llegásemos nos lo encontremos todo listo, ¡y lo han hecho genial!
Después de que el bus nos dejase dentro del campamento y viésemos a todos los scouters de nuevo, empezamos a preparar las parcelas montando las tiendas, lo que duró toda la mañana. Cuando llegó la hora de comer, nos entró el hambre y comimos todos juntos los bocatas que trajimos ¡ñam!.
Justo después empezamos a explorar el campamento. ¡Hay muchos sitios que visitar y donde jugar! Además, Pingüino se ha encargado de señalizarlo todo para que sepamos dónde está cada cosa, como el poste de direcciones que hay: Tenemos la Plaza de Formación, donde hacemos las formaciones y ceremonias; la Tienda de Material General, donde está guardado todo el material del grupo; los aseos, unos para Castores y Lobatos y otros para Rangers, Pioneros y Rutas; las parcelas, donde está cada rincón de cada unidad decorado a su gusto y las tiendas donde dormimos; el comedor y los fregaderos, una carpa enorme y una terraza para desayunar, comer y cenar; la zona de juegos, para, como no, jugar, hacer actividades, talleres, gymkhanas, ... ¡es la zona de la diversión!; la enfermería, donde Andrea, la doctora, nos atiende encantada si nos hacemos alguna herida o nos encontramos mal; y la cocina.
¡Hasta tenemos un punto postal para enviarnos cartas entre nosotros!
Ya por la tarde, algunos empezaron a hacer construcciones y otros hicieron gymkhanas, ¡algunas creadas por los niños!, como en lobatos.
Cuando el sol empezaba a esconderse, tocó hacer la primera formación del campamento. Vimos cómo colocarnos en la Plaza de Formación y pudimos saber qué había estado haciendo cada unidad durante el día. Como era el primer día de campa y la mañana fue muy ajetreada, supimos aquí quienes eran el jefe de día (Hoy fue Toro) y quienes formaban la patrulla de servicio (la patrulla Toros).
Por la noche, tras la cena, hicimos una velada, ¡y nos visitó la Tribu! Estaban enfadados porque habíamos entrado en sus tierras sin permiso, y querían ver si éramos dignos de acampar aquí. También nos dieron la oportunidad de que ciertas personas pudiesen ser nuevos guerreros, pero para ello estos deben pasar una prueba especial ¡no podemos contar nada más! Al final, la velada se descontroló un poco, pero nos acabamos yendo a la cama cansados y con ganas de que despertarnos mañana.
¡Estamos muy emocionados por este campamento! ¡Muchas aventuras y anécdotas nos esperan! Todavía tenemos que dejar el campamento bonito y reluciente para cuando los padres nos visitéis este domingo. ¡Os va a encantar, os lo aseguramos!
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